Francisco Quintero Delgado asumió como gerente de la Industria Licorera de Caldas.
Antes de la posesión de Quintero como gerente de la Industria Licorera de Caldas, el gobernador de este departamento, Guido Echeverri Piedrahita, le dijo que tenía que ser “valiente”. El mandatario hizo alusión a que tener el timonel de la destilería no es nada fácil, más aún para una persona que viene del sector privado y no es ducho en el manejo político (que implica estar en ese cargo).
EL TIEMPO dialogó con Quintero acerca de sus expectativas al frente de la principal empresa pública del departamento de Caldas.
¿Qué ha encontrado en sus primeras 48 horas como gerente de la ILC?
Una industria que quiere renovarse, dar un salto general. El momento es ahora: tenemos una oportunidad de oro para quebrar la tendencia que tenemos en ventas y rentabilidad y esto lo vamos a lograr todos, los trabajadores, los comercializadores y los directivos.
¿Qué fortalezas y debilidades ha visto?
Las grandes fortalezas están fundamentadas en el prestigio de la marca ILC, que se ha construido durante muchos años. Ese icono debemos ponerlo en todas las estanterías del país y del exterior. La debilidad es general en las industrias licoreras, que le han dejado el espacio a sus competidores, muchos de ellos, multinacionales. Hay que recuperar el mercado que se ha perdido con las cervezas, los vinos y otras bebidas, incluso, no alcohólicas.
Su antecesor afirmó que la Licorera ha estado en una “caída vertiginosa”. ¿Cuándo escuchó eso que pensó?
Esa expresión hay que tomarla en su contexto. Tenemos que ser concientes de que hay una situación con la que nadie está conforme y aunque si bien se han tomado unas acciones que han generado una mejora, el cambio no se ha iniciado. La caída, esa tendencia, es parte fundamental de nuestra gestión; es el reto y a eso nos vamos a enfrentar.
¿Le dio susto esa expresión?
No, lo que da es compromiso; nos invita a pensar que no podemos ser inferiores. Si estuviéramos solos estaría asustado, pero desde el Gobernador hasta los trabajadores, todos queremos ayudar.
¿Quien esté en la Licorera por política y no sirve para el equipo que usted quiere conformar, queda por fuera?
Si tiene las competencias, está comprometido, tiene la actitud correcta, es miembro del equipo. Lo digo en positivo porque no quiero generar prevención.
¿Cree que la junta directiva de la Licorera es un órgano asesor técnico o que alguien está en esta, además, para cuidar el clientelismo que siempre ha habido en la empresa?
Me siento absolutamente apoyado porque la junta que nombró el Gobernador garantiza que habrá un trabajo transparente, con personas competentes. Voy a proceder de acuerdo a mis conocimientos, pero estaré dispuesto a recibir las recomendaciones de la junta.