Muchas son las coincidencias entre Sergio Fajardo y Antanas Mockus. Ambos, matemáticos y profesores, son el sinónimo de una nueva forma de ejercer la política, tienen el respaldo de haber aplicado sus virtudes en ejercicios públicos: en Medellín y Bogotá dan fe de lo que fueron sus alcaldías.
Fajardo y Mockus, distintos, pero políticamente casi iguales, tienen serias aspiraciones de llegar a la presidencia. Y en ese intento, se ubican en un mismo espectro político, el del centro, donde muchos los ven como figuras frescas y renovadoras, pero donde no parecen caber simultáneamente en la aspiración presidencial.
Por eso, tanto seguidores como analistas políticos consideran que ni Mockus ni Fajardo cuentan con la gasolina suficiente para pelear la presidencia en una segunda vuelta. Sobretodo, tras una semana en la que tres sondeos de opinión coincidieron en que los candidatos más cercanos al uribismo, con mucha diferencia, son los que tendrían opciones fuertes y reales de clasificar a la ronda definitiva.
La encuesta de Ipsos Napoleón Franco, la cual midió el aceite de los candidatos luego de las elecciones del 14 de marzo, la escogencia de las fórmulas vicepresidenciales, y el ‘Gran Debate’ en televisión, ubica a Antanas Mockus con un 9 por ciento y Sergio Fajardo con un 5 por ciento de intención de voto. Cifra lejana al 36 por ciento y 17 por ciento que hoy ostentan Juan Manuel Santos y Noemí Sanín, los más firmes candidatos a clasificar a la segunda vuelta.
Razones de una alianza
Probablemente, motivados por esos sondeos de opinión, muchos partidarios de uno y otro han clamado la unión. El escritor Héctor Abad Faciolince, en su columna del diario El Espectador, pidió de Mockus y Fajardo “el gran gesto generoso de unirse por un ideal mucho más grande que los dos movimientos que representan”.
Para algunos analistas, de las alianzas que podrían darse, la de Mockus y Fajardo es la más coherente y la más próxima. Así lo sostiene el politólogo Alejo Vargas, aunque reconoce la poca probabilidad de que ese escenario se concrete.
Armando Novoa, ex constituyente, dice que ambos (Mockus y Fajardo) ocupan el centro democrático, y según lo arrojado por las encuestas, no hay razón para que mantengan un proyecto por separado. “Las encuestas señalan que ni Fajardo ni Mockus, por sí solos, convierten al centro democrático en un espacio competitivo en la primera vuelta. Otra cosa sería juntos”.
Ambos candidatos, según los sondeos, concentran su caudal de respaldo y favorabilidad en Bogotá y Medellín. Los dos centros urbanos más determinantes en cualquier elección. “Un proyecto que unifique, que sume fuerzas, puede tener mayores opciones”, considera Novoa.